La pionera de la Liga MX femenil Alejandra Sorchini, decidió hace unos meses dejar de lado uno de sus más grandes sueños, empujada entre otras cosas por una desventaja salarial en las canchas.
La vida profesional de un futbolista varonil es bien pagada, pero para ellas no, “los equipos grandes, ganan mucho mejor, por la difusión que tienen, nosotras queremos las mismas condiciones, obviamente no los mismos sueldos, que sé son super elevados”.
Compartió que las futbolistas a lo largo de su carrera tienen un sueldo fijo de la liga de 8 mil pesos mensuales, en un contexto donde en la varonil algunos llegan como Sergio Ramos a Rayados de Monterrey con un salario anual de 5.5 millones de dólares, y no es el mejor pagado de la liga.
“Yo creo que con 20 mil pesos muchas jugadoras hubieran estado de acuerdo, y muchas hubieran seguido en la liga, porque muchas, me incluyo, nos salimos por el sueldo”, compartió en una charla la originaria de Parras de la Fuente con Jesús Cervantes en el podcast Contrapuesto del Grupo Multimedia EL DIARIO de Coahuila.
“No estabamos exigiendo mucho, muchas jugadoras muy buenas se hubieran quedado en la liga, porque yo agradezco el apoyo incondicional de mi familia; mi papá me ayudaba con la renta. Es que no hay manera de vivir en ninguna de las ciudades con 8 mil pesos, pagar renta, comida, transporte, no hay manera. Pero no todas las jugadoras tienen las mismas condiciones o apoyo”, dijo la joven convocada para formar el inicio de la liga cuando estaba en la Universidad Autónoma de Nuevo León, donde estudió Arquitectura.
Dijo que sin referente alguno le tocó participar en una copa para luego formar la liga con chicas de entre 22 y 26 años en 2017, “nos dieron los uniformes del varonil. A mí para empezar con Rayadas a los 23 años, me mandó hablar el profesor Gustavo Leal y Carlos Marcos “El Curu”, que ya me conocían desde chiquita cuando estaba en el Tec de Monterrey campus Saltillo”.
“Ahora se conoce un poquito más del femenil, antes jugabas en los campos de entrenamiento, se ha mejorado también en las condiciones alimenticias, de rehabilitación, en los viajes, ya le apuestan a sus equipos femeniles”, dijo Alejandra Sorchini.
“La afición ve si al equipo le va mal, pero no ven que hay detrás de todo eso, puedes viajar dos horas en avión, pero viajas 20 en camión y no hay buen papel”, compartió.
Tras ocho años de estar en las canchas como defensa lateral izquierda en los equipos Rayadas, Necaxa, América, Atlas, Juárez, Mazatlán y en la Selección Mexicana Sub-20, lo recuerda con nostalgia.
Luego de 109 partidos jugados comparte que físicamente se sentía bien, “creo que todavía tenía mucho para dar, pero mentalmente ya no, parte fue lo económico”, tenía contrato vigente pero su punto de quiebre fue la falta de compromiso y respeto de integrantes del equipo, eso rompió la magia, “no se lo estaban tomando en serio, porque a mí me costó mucho tiempo ser profesional y adelanté el no vuelvo. Si dolió, pero yo estaba ya en un momento donde yo no lo estaba disfrutando”.
“Yo luché lo más que pude, me había propuesto un objetivo, yo quería llegar a mis 100 partidos como profesional, lo conseguí y como que ya me había apagado”.
Asegura que le regaló todo al futbol, “no me quedé con nada, todavía me duele y lloro”, pero consideró darle vuelta a la página, cerca de casa donde estaba decidida a emprender proyectos y abrazar la arquitectura.
Pero en la vida, nada está escrito, su desempeño en las canchas, consiguió que hace una semanas Alejandra recibiera la invitación para sumarse a la Queens League, futbol femenino creada por el exfutbolista español Gerard Piqué; hoy con la experiencia que tiene a cuestas, la jugadora coahuilense está decidida a aprovechar este gran momento al portar el número 22 en la camiseta del equipo Atlético Parceras, con sede en la Ciudad de México y seguir haciendo historia.








